La crisis desatada por la pandemia también repercutirá en la salida del Reino Unido, que está más cercana que nunca al brexit duro.
El 31 de enero el Reino Unido abandonó de manera oficial la UE y comenzó un periodo transitorio hacia su salida total. Esto implica que durante este lapso de tiempo siguen vigentes las normas del mercado común sin fronteras.
Pero este periodo termina el 31 de diciembre de 2020. Después entrará en vigor un escenario que aún no conocemos y que puede ser una prórroga (si la pide el Reino Unido antes del 30 de junio de 2020), un brexit con acuerdo o un brexit duro.
Las negociaciones del brexit en mitad de la crisis del coronavirus
Si las negociaciones entre Reino Unido y la UE relacionadas con el brexit ya fueron difíciles desde el inicio, en tiempos de pandemia no han hecho más que complicarse. Con las reuniones presenciales canceladas, solo queda mantener esa negociación a distancia.
Pero el Reino Unido no parece demostrar un talante muy negociador y todo apunta a que su deseo sea conducir el proceso hacia un brexit duro. Las últimas informaciones indican que no pedirá prórroga, a la que solo se podría recurrir una vez para un plazo máximo de uno o dos años.
Si los peores presagios se cumplen, el Reino Unido empezará 2021 como un tercer país frente a la UE a efectos comerciales. En un escenario en el que la crisis económica ya estaba prevista por los británicos —aunque la consecuencia ya no será la salida en sí, sino la propia pandemia— todavía coge más fuerza la hipótesis nacionalista sobre lo innecesario de firmar un acuerdo.
La UE sigue sumando esfuerzos para continuar las negociaciones, pero se avecina un cambio de rumbo. Alemania asumirá la presidencia del Consejo Europeo y, tras una filtración de la agenda, el brexit no está en su lista de prioridades. Antes está salvar la economía común y seguir manteniendo la posición de liderazgo económico de la UE a nivel mundial.
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