Solo las empresas residentes en Italia deben adaptarse al Sistema de Intercambio (SdI), que facilita la comunicación de facturas en tiempo real con las autoridades tributarias.
Las empresas no residentes que operan en Italia continuarán presentando sus facturas de la manera habitual, a través de Spesometro. El Gobierno italiano aclaró que ocurrió un conflicto a la hora de aplicar la legislación del país y los dictados de la Comisión Europea.
Además, la oficina tributaria italiana ha confirmado a su vez que no habrá multas económicas para las empresas que no se han acogido inmediatamente al sistema. Esta flexibilidad otorga a los contribuyentes tiempo extra para adaptarse al envío en tiempo real de facturas a las autoridades fiscales.
A partir del 1 de enero de 2019, todas las empresas residentes estarán obligadas a mandar sus facturas de ventas entre profesionales a través del SdI. Este sistema luego le hará llegar electrónicamente la factura al proveedor.
La verificación de las transacciones será requisito tanto para las empresas que vendan a otras como para las que se dirijan al consumidor final. En este caso, solo deberá comunicar mediante el Sistema de Intercambio (SdI) las transacciones para las que el cliente ha pedido factura.
El SdI es una de las medidas que el Gobierno italiano ha puesto en marcha para evitar el fraude fiscal en Italia. La verificación instantánea por las autoridades fiscales resulta necesaria para reducir la brecha del IVA en el país. De hecho, se estima que la diferencia entre ingresos previstos y recaudación real de Italia supone el 23 % de los los 151 500 millones de euros que faltan en las arcas públicas europeas.
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