Las intensas negociaciones y las idas y venidas entre la UE y el Reino Unido han dado para toda una novela por entregas. Pero ahora el foco está en las consecuencias de esta salida anunciada a bombo y platillo.

 

El Reino Unido estará fuera de la UE a partir del 1 de febrero de 2020, aunque hasta finales de año tendrá un periodo de transición y todo seguirá igual. Pero el inicio de 2021 vendrá con bastantes cambios en la relación entre los británicos y la comunidad europea. Este es un retrato de lo que veremos:

Derechos de los residentes comunitarios. Los ciudadanos de la UE que residan en el Reino Unido tendrán que enfrentarse a diferentes trámites en función de sus años de residencia en el país. Si son más de cinco años, deben solicitar el Settlement Scheme (estatus de asentamiento); si son menos, deben pedir el pre-estatus. Con estos documentos podrán tener tratamiento gratuito en el Sistema Nacional de Salud (NHS), pero deben hacerlo antes del 30 de junio de 2021.

No habrá frontera dura entre República de Irlanda e Irlanda del Norte. Se beneficiarán de los acuerdos comerciales que se negocien con terceros y se regirá por un conjunto limitado de reglas del mercado único de la UE. Solo se gravarán con aranceles los productos que lleguen desde Gran Bretaña con destino a un país de la UE; si van a ser consumidos en Irlanda del Norte, no tendrán arancel. Pero este acuerdo está sometido al Parlamento de Irlanda del Norte, renovable cada cuatro años.

La postura de Irlanda del Norte, Gales y Escocia. El Reino Unido está formado por las naciones anteriores junto a Inglaterra. Es palpable su falta de acuerdo y tensiones, ya que Irlanda del Norte, Gales y Escocia han rechazado el Acuerdo de Retirada. Pese a esto, la votación no es vinculante legalmente.

Malas vibraciones con el socio comercial preferente. Boris Johnson tenía previsto negociar un buen acuerdo comercial con Estados Unidos, pero apenas han comenzado a hablar y ya hay puntos discordantes. Para empezar, a Donald Trump no le gusta que el Reino Unido siga adelante con el impuesto digital del 2 % a las grandes compañías tecnológicas, mayoritariamente estadounidenses.

No hay pacto de «mínimos» de integración. El nuevo acuerdo no contempla ningún punto mínimo de cara a que expire el periodo sin un consenso entre el bloque y los británicos.

Westminster, con una presencia simbólica. El Ejecutivo podrá tomar decisiones en esta nueva fase de negociaciones sin contar con la ratificación de Westminster.

Salida inaplazable. El periodo de transición podría extenderse hasta dos años si los británicos lo notifican antes de julio de 2020. Pero ya han advertido que no se prolongará más allá de diciembre de 2020.

 

IVA Consulta es un despacho internacional especializado en imposición indirecta. Lo integran abogados y asesores expertos en operaciones transfronterizas, declaraciones de bienes en el extranjero, suministro inmediato de la información, IVA en tiempo real, impuestos especiales, aduanas y mucho más.