De momento, el impuesto a los gigantes digitales no se aplicará en Portugal. Los lusos se mantienen cautos y esperan la opinión de la OCDE.
Bloqueo en el parlamento luso
La Asamblea de la República Portuguesa rechazó la propuesta del Bloque de Izquierda (BI) para crear la versión portuguesa de la tasa Google. Amazon, Facebook y otras multinacionales digitales no se sentirán amenazadas al menos dentro de sus fronteras.
El BI proponía destinar los impuestos recaudados a fomentar la lectura en medios de comunicación y luchar contra las noticias falsas, tan virales en redes sociales. Su argumento para aprobar la tasa Google se centraba en los miles de millones de euros en beneficio —libres de impuestos— por sus actividades digitales.
A la espera de que se manifieste la OCDE
Ante la incapacidad de sacar un impuesto comunitario, la UE derivó la decisión a la OCDE. De esta forma, dejó la puerta entreabierta a que los Estados miembros legislen o no sobre el impuesto digital mientras llega un acuerdo global.
Estrategia de atracción de gigantes tecnológicos en Portugal
Pese a que Portugal se ha posicionado en Ecofin como defensor del impuesto, mantiene una posición aperturista y hospitalaria hacia las multinacionales tecnológicas.
Recientemente, ha favorecido que Web Summit, la mayor conferencia digital del mundo, se instale a las afueras de Lisboa con un mega campus tecnológico.
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