Así se refleja en el informe que publicó el Tribunal de Cuentas Europeo sobre la vulnerabilidad del comercio electrónico en relación a la evasión del IVA y los aranceles aduaneros.

La UE tiene un importante desafío por delante: la determinación de las cantidades correctas de IVA y aranceles aduaneros vinculados al comercio electrónico. En concreto, los controles actuales de la UE se quedan cortos para actuar ante el fraude fiscal, detectar situaciones de abuso y recaudar de manera efectiva los impuestos correspondientes.

Cada Estado miembro recauda el IVA y los aranceles de aduanas en las operaciones de comercio electrónico transfronterizas. Sin embargo, estamos ante un sector en el que predominan las irregularidades de este tipo. La recaudación del IVA y las aduanas no funciona de manera correcta. Los Estados miembros no pueden dar estimaciones claras para arrojar más luz sobre la brecha del IVA, es decir, la diferencia entre el IVA recaudado y el que debería ingresarse.

En este sentido, la cooperación internacional resulta esencial y los auditores llaman la atención sobre los acuerdos vigentes. A tenor de los resultados no se ejecutan de forma correcta y hay notables mejoras en el intercambio de información, tanto entre Estados miembros como con terceros.

En el informe también se tuvo en cuenta el impacto que ocasionarán los cambios legislativos que llegarán con el paquete de comercio electrónico del IVA en el marco del Plan de Acción IVA  (“Action Plan on VAT”) propuesto para 2021. Las nuevas medidas mejorarán algunas debilidades del sistema actual, pero dejan sin solución otros temas importantes. Uno de ellos, por ejemplo, se centra en la subvaloración de las mercancías para buscar exenciones en los derechos de aduana.

El informe cierra con estas recomendaciones destinadas a la Comisión y los Estados miembros:

Si te interesa acceder al texto completo, lee el informe íntegro.